Aleks Korobov, un pescador hasta ahora anónimo de la región rusa de Arkhangelsk (Arcángel), ha saltado a los medios tras capturar un extraño pez con una dentadura muy parecida a la de un ser humano. Sorprendido por el descubrimiento, Aleks decidió compartir su hallazgo en el Instituto de Pesca y Oceanografía, donde le informaron de que probablemente perteneciera a la familia de pirañas.
La pregunta ahora es como un pez propio de aguas tropicales acabó nadando a sus anchas por las frías aguas del ártico. Todo parece indicar que un coleccionista se cansó de su nueva adquisición y terminó por liberarle en aquel lugar. Sea como sea, está claro que la historia de este sonriente pez merece ser contada.