Las aftas bucales, coloquialmente conocidas como llagas en la boca, son uno de los problemas de salud oral más extendidos. Las úlceras bucales o aftas son lesiones superficiales que aparecen en los tejidos blandos de la boca como labios y lengua. Estas pueden ser dolorosas y causar problemas a la hora de hablar y comer. Los tipos de llagas varían en su gravedad y causas.
1) ¿Por qué salen las llagas en la boca?
Las llagas podrían ser el síntoma de una enfermedad sistémica; como puede ser una infección por bacterias, virus o hongos o como resultado de irritación causada por aparatos de ortodoncia, dentaduras postizas o el borde afilado de un diente roto o empaste. Según el origen de la misma, podemos hablar de distintos tipos de aftas:
1a. Llagas o úlceras traumáticas:
Son heridas causadas por un traumatismo (mordeduras, golpes, etc.), por el uso de prótesis que no están bien adaptadas, por la rozadura con algún diente roto, por la irritación provocada por la ortodoncia, por quemaduras, etc.
1b. Aftas secundarias a quimioterapia o radioterapia:
Es un efecto secundario frecuente que ocurre en pacientes bajo tratamiento oncológico. Fármacos como el Metotrexate, 5-Fluoracilo, Doxorubicina... pueden provocar este tipo de lesiones en la boca. La radioterapia de cabeza y cuello también puede producir mucositis y aparición de úlceras en las mucosas y lengua.
1c. Estomatitis aftosa recidivante:
Es la forma más común de aftas en los niños, aunque también están relacionados con el estrés en pacientes jóvenes y adultos. Se desconoce exactamente cuál es la causa, aunque se piensa que puede ser multifactorial, como factores genéticos predisponentes, alteraciones en las defensas del cuerpo o relacionadas con enfermedades sistémicas (como el síndrome de Crohn, enfermedad celíaca, etc.).
Los déficits de hierro o vitaminas como la B1, B2 y B6 puede influir en el sistema inmunitario, favoreciendo la aparición de llagas. Igualmente, los cambios hormonales como los presentes en el ciclo menstrual están relacionados con la aparición de aftas.
Por último, dejar de fumar también puede provocar la aparición de llagas ya que en pacientes fumadores, el grosor de la capa de queratina que recubre las mucosas es mayor, con lo cual sería una protección frente a las aftas.
1d. Llagas causadas por enfermedades infecciosas:
La más común es el virus del Herpes (VHS-1), que produce úlceras o ampollas en mucosas o labios, coloquialmente conocidas como calenturas, y que son altamente contagiosas.
1e. Llagas causadas por enfermedades sistémicas:
Ciertas enfermedades sistémicas como la celiaquía, la colitis ulcerosa, el síndrome de Behçet o la enfermedad de Crohn (una enfermedad intestinal inflamatoria) pueden provocar la aparición de aftas o úlceras en la boca. De hecho se estima que casi la mitad de pacientes con enfermedad de Crohn padecen aftas bucales en algún momento.
2) Cómo curar las aftas bucales:
Las aftas de menor tamaño suelen desaparecer sin secuelas a los 10-14 días, mientras que las de mayor tamaño pueden tardar hasta un mes y pueden dejar cicatriz. Dependiendo del origen de las mismas el tratamiento puede ser diferente:
2a. Tratamiento sintomático para las llagas:
En líneas generales, el tratamiento de las aftas bucales suele ser sintomático, aplicando geles protectores, enjuagues con clorhexidina o con anestésicos tópicos, y la mayoría desaparecen por sí solas al cabo de unos días. En casos más graves el odontólogo puede prescribir el uso de corticoides tópicos en forma de fórmulas magistrales o sistémicos.
3b. Otras recomendaciones para el tratamiento de aftas:
En cualquier situación, es importante mantener una correcta higiene bucal, para evitar la sobreinfección de este tipo de úlceras. También se recomienda evitar tomar comidas picantes, ácidas o irritantes que puedan agravar el estado de las úlceras, así como el uso de colutorios que contengan alcohol u otros agentes irritantes. Finalmente, hay que evaluar los posibles factores desencadenantes y comprobar si existe alguna deficiencia vitamínica, alergia, infección o traumatismo local.
Independientemente del origen del afta, es importante consultar con su dentista y examinar cualquiera que dure 14 días o más. De la misma forma, se recomienda también revisar cualquier lesión en la boca que esté presente durante más de 21 días. ¿Podemos ayudarte?