Esta afirmación es correcta siempre y cuando se detecte en una fase precoz, se lleve a cabo un tratamiento adecuado por parte del profesional y un mantenimiento correcto por parte del paciente. La enfermedad periodontal es una enfermedad crónica infecciosa del aparato de soporte de los dientes. Es un fallo de los “cimientos” de los dientes. Se acaba destruyendo el hueso que rodea a las raíces junto con su ligamento periodontal, provocando en estadíos finales la movilidad y pérdida dentaria. Es provocada por unos gérmenes que están en la placa bacteriana y en el sarro.
Para que se desarrolle se necesita una susceptibilidad individual a padecerla y la presencia de placa y/o cálculo (sarro dental). Su evolución suele ser crónica y casi siempre asintomática. Solo hay unos signos característicos que son el sangrado de encías, mal olor (halitosis) y sabor de boca. Cuando ya está relativamente avanzada además hay movilidad de piezas y en algunos casos formación de abscesos debajo de las encías.
La más frecuente es la enfermedad periodontal crónica del adulto, siendo la primera causa de pérdida de dientes en esta época de la vida por delante de las caries y traumatismos. Si se presenta en épocas tempranas (niñez o adolescencia) su evolución en general es más agresiva perdiéndose los dientes a edades muy tempranas.
El profesional en las exploraciones o revisiones de boca entre otras cosas maneja una sonda periodontal para detectar “bolsas” (fondos de saco debajo de las encías) puesto que en muchas ocasiones los signos clásicos no se manifiestan, sobre todo en fumadores. En estos, la acción de la nicotina y alquitranes hacen que disminuya la vascularización de las encías enmascarando el sangrado gingival.
Una vez diagnosticada hay que valorar su estadío con un estudio periodontal y proceder al tratamiento correcto por parte del dentista. Las fases iniciales y moderadas si hay colaboración por parte del paciente, una vez realizados los tratamientos oportunos suelen tener muy buen pronóstico. Si el proceso se detecta en una fase muy avanzada el pronóstico ya es mucho más sombrío.
* Una publicación del doctor José Pardiñas Arias, médico estomatólogo experto en implantes dentales, enfermedades de las encías y prótesis.