Es muy habitual que, a través de las redes sociales, se nos pregunte por el precio de un tratamiento. Sin embargo, es muy difícil presupuestar sin ver al paciente ni conocer su caso clínico, por lo que siempre invitamos a quienes nos escriben a hacer una revisión completa y poder elaborar el plan de tratamiento que más se ajuste.
¿Por qué no hablamos de precios de tratamientos dentales en redes sociales?
El motivo principal para no dar precios de los tratamientos sin realizar los exámenes y pruebas complementarias de rigor es la necesidad de la personalización de los presupuestos. Pongamos un ejemplo simple:
Los precios del dentista: un caso práctico
Nos contacta un paciente porque tiene un hueco en la muela donde se queda retenida la comida. Partiendo de la base que la causa sea una caries y no una tenga enfermedad periodontal (lo cual añadiría muchos más factores a tener en cuenta), tras eliminarla se puede requerir más de un empaste, y este puede ser de varios tipos. Si la caries es muy profunda puede necesitar ser endodonciada y/o, por motivos estructurales, que se rehabilite con una incrustación (hay varios tipos), quizás con una elevación previa del margen, o incluso una corona (también hay varios tipos).
Cabe además la posibilidad de que la pulpa, comúnmente llamada nervio dental, se hubiera necrosado y ocasionara la pérdida del hueso adyacente a los ápices de la raíz, necesitando la retirada quirúrgica de estos mediante una apicectomía. Pero también es posible que la caries tenga una extensión tal que no sea restaurable y haya que proceder a la extracción de la pieza. En ese caso se deberá barajar la posibilidad de reponer el diente con un implante, pilar y corona (hay varios tipos de cada uno) o con un puente (hay varios tipos) soportado por las piezas adyacentes. De igual forma es posible que no haya suficiente hueso disponible para la colocación de ese implante y, en ese caso, se necesitaría regenerar la zona con injertos (efectivamente, también hay varios tipos de regeneración).
Un tratamiento dental específico para cada paciente
En definitiva, el tratamiento debe realizarse atendiendo a los factores de cada paciente: edad, historia médica y dental, situación económica y emocional, estado de las piezas adyacentes, hábitos higiénicos… De la misma forma, también es fundamental para el paciente que visite la clínica en la que van a solicitar un presupuesto y así conocer las instalaciones y el equipo humano, partes importantísimas del proceso.
Igual de importante es el programa de seguimiento y revisiones: de poco sirve recibir un tratamiento excelente si no se cuida y vigila de manera periódica. Con todo ello, en nuestra clínica no nos limitamos a solventar problemas dentales puntuales, sino que atendemos las necesidades de cada persona. Pongamos otro ejemplo práctico: nos hemos comprado un coche y acudimos cada año a revisión para cambiarle el aceite, sustitución periódica de neumáticos, escobillas del parabrisas, etc. Sin embargo, hay pacientes a los que les sorprende que una vez invertido un dinero en rehabilitar su boca, tenga que seguir acudiendo a revisiones y ajustes periódicos, siendo la boca un elemento que usamos las 24 horas del día.
¿De qué dependen los precios de una clínica dental?
Tampoco podemos dejar de lado que cada clínica y cada profesional establece sus tarifas teniendo en cuenta una serie de factores que influyen en el costo de la atención odontológica. Estos son:
- La formación y experiencia de un profesional dental son factores críticos en la determinación de sus tarifas. Los dentistas con años de experiencia y especializaciones adicionales a menudo cobran tarifas más altas debido a su expertise y habilidades avanzadas. No solo se cobra por lo que se hace, sino también por lo que se sabe.
- Los materiales utilizados en los tratamientos también afectan a las tarifas. Los profesionales dentales pueden optar por materiales de alta calidad que sean más costosos, pero que ofrezcan mejores resultados a largo plazo. Por ejemplo, un dentista que utiliza implantes dentales de alta gama puede cobrar más que otro que utiliza modelos más económicos. Además, se utilizan numerosos materiales fungibles desechables (guantes, mascarillas, gorros, baberos, vasos, aspiración… así como se garantiza la esterilización de todos los materiales.
- La calidad de las instalaciones y los equipos también juega un papel importante en la determinación de las tarifas. Una clínica dental con tecnología de vanguardia y comodidades de primera clase puede cobrar tarifas más altas debido a la inversión en infraestructura.
- Los gastos de laboratorio asociados a muchos tratamientos dentales como prótesis, carillas, coronas… suponen también un coste importante que está incluído dentro del tratamiento dental del paciente.
- El tiempo es el recurso más invaluable y a menudo el menos apreciado. Los pacientes suelen centrarse en los costos de los tratamientos dentales en la clínica, pero hay trabajo más allá de ese momento. Se requiere también tiempo fuera del gabinete para diagnosticar y planificar adecuadamente los casos y tratamiento dental. Otro comentario frecuente de algunos pacientes es: “Pero si no me ha hecho nada en la boca, ¿me va a cobrar la visita?” después de, quizás, haberle dedicado una hora (o varias) en gabinete a diagnosticar su caso, resolver sus dudas y ofrecer todas las explicaciones.
Una forma sencilla de explicarlo es haciendo un paralelismo con otros negocios cotidianos, como un restaurante. Allí la calidad de la comida, la experiencia del chef, la ubicación y el ambiente influyen en los precios de los platos. Un restaurante de alta gama con un chef reconocido e ingredientes frescos de calidad puede cobrar precios más elevados que un establecimiento de comida rápida.
Dicho esto, ¿es caro ir al dentista?
Es común escuchar la idea de que los servicios dentales son caros, pero esta percepción a menudo no tiene en cuenta varios factores importantes que demuestran que los costos asociados con la atención dental están justificados y son necesarios. A menudo gastamos dinero en otras áreas, a veces de manera más frívola, mientras descuidamos nuestra salud bucal.
Un ejemplo común es el gasto en teléfonos móviles de última generación. Muchas personas no dudan en invertir en el último modelo de smartphone con todas las características y funciones avanzadas. Sin embargo, por más impresionante que sea este dispositivo, no puede compararse con la importancia de mantener una buena salud bucal. Los problemas dentales pueden causar dolor, afectar la capacidad de comer y hablar, y tener un impacto negativo en la calidad de vida. Gastar dinero en un teléfono costoso, pero descuidar el cuidado dental, a menudo refleja una prioridad cuestionable.
Otro ejemplo es el gasto en tratamientos estéticos, maquillaje, ropa y/o visitas frecuentes a la peluquería. Si bien es natural querer lucir bien y sentirse seguro con la apariencia personal, no debemos olvidar que una sonrisa saludable y atractiva también es un componente esencial de la imagen. Es importante recordar que el cuidado bucal no solo influye a nivel estético, sino también en la salud general. Las enfermedades dentales pueden tener repercusiones en todo el cuerpo y, en algunos casos, incluso pueden estar relacionadas con condiciones médicas más graves.
En definitiva, es importante equilibrar nuestras prioridades financieras y reconocer la importancia de la salud bucal en nuestra vida cotidiana, considerando el cuidado dental como una inversión a largo plazo en la salud y el bienestar. La prevención y el cuidado dental regular pueden ayudarte a mantener tus costos a largo plazo bajo control y a evitar tratamientos más costosos en el futuro. Al final, una sonrisa sana y radiante es un activo invaluable que no tiene precio.
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