Especialidades dentales

Cirugía oral

Regeneración de hueso e injertos

Existen casos en los que, por diversos motivos, no se dispone del hueso necesario para poder rehabilitar una boca con prótesis sobre implantes.
En estos casos es importante hacer un estudio y una valoración para determinar si es posible regenerar ese hueso perdido así permitir una correcta rehabilitación con implantes dentales.
Para la colocación de implantes dentales se requiere un volumen mínimo de hueso para su anclaje, de ahí la importancia de tener una buena cantidad y calidad de hueso.
Los injertos nos ayudan a recuperar tejidos perdidos debido a diferentes causas, ya sea por extracciones dentales, por quistes o por necesidad de aumentar la cantidad de hueso para poder realizar un tratamiento rehabilitador satisfactorio.

Existen múltiples tipos de injertos, materiales y técnicas:

Injertos

  • Autólogos: obtenidos del propio individuo. Se puede extraer hueso de diferentes zonas del maxilar o de otras partes del cuerpo como puede ser la cadera o la tibia. La zona de obtención del injerto estará determinada por la cantidad de hueso necesaria y la calidad del hueso.
  • De procedencia animal (xenoinjertos): Estos materiales proceden principalmente de origen bovino o porcino. Estos materiales son estrictamente preparados, esterilizados y pasados por los más estrictos controles para poder ser usados en humanos. Todos ellos están aprobados por los organismos competentes para su uso.
  • De procedencia humana (aloinjertos): Son los procedentes de otro individuo genéticamente diferente. Al igual que los xenoinjertos, están estrictamente procesados para eliminar cualquier tipo de antígeno incompatible presente.
  • Artificiales (aloplásticos): Estos materiales incluyen la Hidroxiapatita, Sulfato de Calcio, cerámicas etc.

Plasma rico en factores de crecimiento

El Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF) es un factor más que nos ayuda a la hora de regenerar tejidos y prevenir reabsorciones de hueso después de, por ejemplo, una extracción o tras la eliminación de quistes.
El PRGF se obtiene de la sangre del propio paciente. Con una pequeña cantidad se puede obtener de una manera muy sencilla un concentrado plaquetario rico en factores de crecimiento, que no son más que proteínas que se encuentran en el plasma de cada individuo y en el interior de las plaquetas, capaces de estimular el crecimiento de tejidos duros y blandos.
De esta manera podemos preparar áreas futuras de asentamiento de implantes dentales.
Con esta técnica podemos también contribuir en regenerar hueso ya perdido, por ejemplo, en maxilares estrechos. Cuando los implantes dentales por su grosor exponen espiras, éstas podemos cubrirlas con el PRGF ayudados o no con otros materiales para ganar espesor de hueso a ese nivel. También podemos ganar altura de hueso rellenando los senos paranasales con este material mezclado con sustitutos óseos (elevación de seno), pudiendo así colocar implantes dentales en zonas posteriores del maxilar superior, territorio en muchas ocasiones difícil por la poca altura de hueso casi siempre combinada con una pobre calidad del mismo.
El profesional será el encargado de seleccionar el tipo de injerto necesario para cada caso.

Elevación de seno maxilar:

La elevación del seno o aumento del seno maxilar es un procedimiento de cirugía oral en el que se coloca un injerto óseo en el seno maxilar para permitir la colocación del implante.
Los senos maxilares son cavidades llenas de aire que se encuentran dentro de la cara. Con el tiempo, pueden comenzar a expandirse debido a varias causas. Una es la falta de dientes que lo delimita.
Si el seno está tan extendido que no hay suficiente altura ósea disponible, no será posible colocar implantes allí sin injertar previamente. Este tipo de injerto se conoce como elevación de seno.
Consiste en acceder al seno, levantar la membrana del seno y rellenar con material de injerto óseo, que puede ser artificial, proveniente de animales o de la misma persona.
Finalmente, se coloca una membrana en la zona de acceso, que se irá reabsorbiendo gradualmente. Después de la intervención, el injerto se deja curar durante 6-9 meses antes de colocar los implantes. En ciertos casos, es posible colocar los implantes simultáneamente en la misma cirugía.

Preservación alveolar después de una extracción dental:

Tras una extracción dental, el hueso que rodeaba a la raíz del diente comienza a remodelarse y a rellenar en parte el hueco dejado por la raíz.
Existen técnicas para favorecer esta regeneración de hueso, que se realizan en el momento de realizar la extracción.
Esta técnica ayuda a prevenir la atrofia ósea debida a una extracción dental. Consiste en rellenar el alvéolo con un injerto óseo o plasma rico en factores de crecimiento y posteriormente recubrirlo con una membrana en los casos necesarios de injerto óseo. El proceso de curación ósea tardará varios meses dependiendo del material utilizado y la membrana se irá reabsorbiendo gradualmente. Una vez consolidado el hueso, se pueden colocar implantes.

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